Gestión del Cambio y Covid-19

En varias oportunidades hemos escuchado hablar sobre la adopción de lo nuevo y la gestión del cambio.
La teoría de difusión de las innovaciones explica la forma en que las innovaciones son adoptadas por una población. Por innovación se entiende a una idea, práctica u objeto que se percibe como nuevo por un individuo. Por difusión se entiende un proceso de comunicación por diversos canales entre individuos de una población.
La decisión de adoptar una innovación es un proceso individual que se produce a lo largo del tiempo. En función del tiempo que requieren los individuos para aceptar una innovación se establecen 5 categorías; en cada una de las categorías se identifican características que las definen.
Los innovadores, son promotores del cambio, buscan y promueven la innovación. Ellos son los que comienza el proceso de difusión.
Los adoptantes iniciales, son líderes de opinión que aprueban las nuevas ideas. Evalúan de manera objetiva, si consideran que los resultados serán ventajosos tienden a adoptar inicialmente la innovación y favorecen el proceso de difusión con sus redes de contactos.
La mayoría temprana, son personas pragmáticas que aceptan la innovación de manera progresiva, luego que se ha demostrado su utilidad y beneficio. Son seguidores de los líderes de opinión, pero necesitan sentir seguridad. Tienen un papel importante en la difusión por sus canales informales de comunicación.
La mayoría tardía, son pragmáticos, pero muy conservadores que sienten incomodidad con la nuevas ideas. Su adopción de la innovación está dada por la presión del entorno, y requieren que se demuestre los beneficios y el riesgo de no adoptarla.
Los rezagados, son individuos que no están interesados en el cambio, ven un alto riesgo en implementar innovaciones. Tienden a buscar argumentos para rechazar las nuevas ideas.
Idealmente, al momento de proponer un cambio, una innovación o una mejora en una organización se tiene en cuenta que ocurre un proceso de transición que puede implicar cambios de hábitos, costumbres, modalidades de trabajo, y que no todos los individuos adhieren a los cambios con la misma simpatía y al mismo tiempo.
Definir acciones que permitan identificar a los interesados y la categoría a la que pertenecen; plantear estrategias de difusión, distintas para cada grupo, que permitan comunicar los beneficios de la innovación; disminuir la incertidumbre sobre las ventajas y desventajas, con el fin de facilitar la decisión de aceptar la innovación; son buenas prácticas que pueden aplicarse como parte de la gestión del cambio.
Existen elementos claves en la adopción de lo nuevo y en la gestión del cambio, uno de estos elementos claves es el tiempo. Si releemos el título de este post, recordaremos que tiempo no es un recurso del que podamos disponer en este momento.
Nos enfrentamos al Covid-19. El mundo cambió, las sociedades, las relaciones entre individuos y las organizaciones también cambiaron. No fué un cambio propuesto, no fué un cambio elegido. Es un cambio que tiene un alto nivel de incertidumbre. Un cambio que tiene un tiempo de adaptación ínfimo comparado con su magnitud.
Día a día, en las organizaciones se plantean situaciones que dan cuenta de lo dificil de la adopción de este nuevo contexto.
Encargados de líneas de producción, con fuerte incidencia manual, que insisten en mantener el nivel habitual de producción con la mitad del personal de la línea; responsables de compras que esperan obtener el mejor precio y la mejor calidad sobre una materia prima en falta en el mercado; directores que esperan continuar con un servicio de asesoramiento presencial; son solo algunos ejemplos que podemos mencionar.
No es posible enviar 10 pallets de productos si solo trabaja el 50% del personal de la línea, pero es posible enviar 5 pallets que es superador a no enviar ninguno. No es posible tener la misma calidad y el mismo precio, que se tenía anteriormente, de una materia prima en falta en el mercado, pero es mejor disponer de una opción de esa materia prima porque sin ella no habrá producción. No es posible continuar con un servicio presencial, pero contar con un asesoramiento remoto es mejor que no tener asesoramiento.
La velocidad con que las organizaciones puedan aceptar las nuevas reglas y condiciones, la flexibilidad en la adaptación de sus estructuras y procesos de producción, es clave para su continuidad en el tiempo.
Qué hacer para facilitar la aceptación de este cambio disruptivo? Identificar a los agentes del cambio o personas claves para la difusión, y trabajar sobre los niveles de incertidumbre y la presentación de la información para facilitar la adopción, son dos líneas para comenzar a trabajar.